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Colectivo Derecho de Familia

El nuevo y polémico regalo de 15: la vitrificación de los óvulos

La fiesta o el viaje con amigas ya quedó atrás. La conservación de los óvulos se convirtió en el nuevo obsequio para las adolescentes agasajadas y desató el dilema: ¿Es la edad óptima para someterse al procedimiento? Los expertos abrieron el debate.

Los regalos para el cumpleaños de 15 de una joven tienen su historia. Durante varias décadas se repitió el clásico de que los padres cubrieran los gastos de la fiesta de su hija. Ya en los 90, se inició la costumbre del viaje a Disney con toda la familia y en el inicio del siglo XXI aparecieron los paquetes de agencias de turismo para una aventura de la agasajada junto a sus amigas en Europa. Hasta que llegó la nueva moda: la vitrificación de los óvulos. Una opción que no pudo escaparle al debate.

La práctica del congelamiento de óvulos comenzó a finales de los 80 para poder darle una oportunidad a las mujeres que por alguna patología no pudieron ser madres. En la actualidad, se convirtió en una práctica cotidiana entre los tratamientos de reproducción asistida para la búsqueda de un embarazo. Y también es utilizado para preservar su fertilidad hasta el momento deseado. Eso es lo que se impulsa con este particular regalo.

De esta manera, se inauguró la polémica: una técnica que nació con el fin de ayudar a mujeres con problemas de reproducción se convirtió ahora en un obsequio a jóvenes que aún no terminaron de desarrollarse, que tienen toda una vida sexual por delante y que aún desconocen si padecen algún tipo de problema de fertilidad.

Debido a que la criopreservación se hace antes de que surjan problemas de fertilidad, el mercado potencial para el congelamiento de óvulos es exponencialmente mayor que el de la fecundación in vitro.

“Desde nuestra clínica alentamos a preservar la fertilidad de la mujer argentina a través de este procedimiento no invasivo, en vez de gastarlo en un viaje o una fiesta , buscamos concientizar a los padres en invertir ese dinero en proyecto a futuro”, puntualizó a Infobae el especialista en fertilidad Fernando Neuspiller, director de IVI Buenos Aires.

Los especialistas advierten que la edad de los óvulos influyen de manera proporcional a la probabilidades de más tarde convertirse en madre y de esa premisa parte la iniciativa del doctor Fernando Neuspiller.

En tanto, el ginecólogo y director del Centro IVI calificó la pólemica idea como “un paso hacia la modernidad”.

“Apostamos a la vida, a las mujeres fértiles. Atendemos cada vez más a mujeres con más de 40 años que quieren someterse a esta práctica y a veces ya es tarde”, enfatizó Neuspiller.

Los médicos especialistas en fertilidad recomiendan en muchos casos realizar el procedimiento a edades más tempranas, ya que se eleva el porcentaje de éxito a largo plazo.

Sin embargo, el referente en fertilidad Sergio Pascualini que dirige la clínica Halitus se atrevió a desalentar esta práctica en adolescentes y mantuvo una posición más conservadora y cautelosa al respecto.

“Ninguno de los extremos es saludable. No se aconseja superar los 40, pero tampoco a los 15, las jóvenes a esa edad no han completado su desarrollo”, afirmó a Infobae.

El anzuelo es tentador para una sociedad que sigue privilegiado la maternidad biológica por sobre cualquier otra opción.

El precio se aproxima al presupuesto de celebrar una fiesta o hacer un viaje: 35 mil pesos por la extracción y 1500 por mantenimiento anual. Los óvulos pueden permanecer resguardados hasta un promedio de 15 años.

En los últimos meses, este tipo de tratamientos aumentó un 30% en Argentina. Es una tendencia que tiene como objetivo concientizar a los padres y que les ofrezcan a sus hijas “la posibilidad de tener más tiempo para decidir ser madres”.

“La vitrificación de óvulos no garantiza la posibilidad de tener un hijo pero sí una oportunidad, también hay otros métodos”, destacó Pascualini.

En tanto, la postergación de la maternidad a través de la vitrificación de óvulos es una tendencia que crece en la Argentina: según datos de IVI, hubo un incremento del 270 % en los últimos tres años.

Los centros especializados esperan que en los próximos 30 años, el procedimiento se convierta en una parte rutinaria de la salud de la mujer.

Por otra parte, el doctor Alan Copperman, director médico del Reproductive Medicine Associates (RMA), en el centro de Manhattan, Nueva York, contó una experiencia que deja un abordaje moral sobre el tema: “Recibí una paciente que su madre como regalo de cumpleaños le había obsequiado un procedimiento para congelar sus óvulos. Si bien entiendo que fue un gesto de amor de parte de su madre, no me gusta entender a la criopreservación como un gesto altruista”.